Esterilización ó Castración
¿ Que es la esterilización?
Un procedimiento quirúrgico por el que se impide la reproducción al animal,
y puede realizarse tanto en machos (vasectomía) como en hembras (ligadura de
trompas). En ambos casos se dejan intactos los órganos sexuales y el animal
mantiene la conducta sexual, ya que no hay modificación de los procesos
hormonales (las hembras siguen teniendo el celo).
¿ Que es la castración?
Es la extirpación quirúrgica de los órganos sexuales. Machos: testículos
(castración); hembras: ovarios (Ovariectomía OV), u ovarios y útero
(Ovariohisterectomía OVH). Los procesos hormonales desaparecen y el carácter
del animal no sufre alteración (en machos agresivos por dominancia sexual ésta
puede llegar a desaparecer). Las hembras no tienen el
celo.
En nuestro refugio abogamos
por la castración por muchas razones.
Ventajas de la castración en hembras:
· Eliminación del
celo, con lo que dejan de manchar en casa y de atraer a los machos,
desapareciendo además la ansiedad del
animal y los maullidos y quejidos de las gatas que provoca este periodo.
· Se elimina por completo la posibilidad
de apareamientos con el resultado de cachorros indeseados.
· Elimina los embarazos psicológicos que
se presentan en algunas hembras después del
celo.
· Evita las infecciones uterinas (piómetras)
y los quistes ováricos, además de reducir la incidencia de tumores de mama.
Ventajas de la castración en machos:
Ventajas de la castración en machos:
· Elimina el deseo sexual del animal, por lo que dejará de montar a
otros animales o personas y no se mostrará ansioso y frustrado cuando
detecten a una hembra en celo, evitando también en muchos casos las ganas
de escapar y deambular fuera de casa, mejorando en definitiva la calidad
de vida de nuestro animal.
· Se reduce o elimina la agresividad hacia
otros machos y, especialmente en el caso de los gatos, el marcar con orina la
casa.
· Influye positivamente en las afecciones de
próstata y otras enfermedades (algunas afecciones de la piel, etc.).
· Tras la
operación los animales dejan de ser fértiles, por lo que se evitará el
nacimiento de animales indeseados que probablemente sean abandonados.
Falsos mitos sobre la esterilización / castración
- El animal tiene derecho a disfrutar de su vida sexual: Los
animales no viven la sexualidad como los humanos, porque no han dado el paso
emotivo que ello implica. Para un animal, el sexo es únicamente el proceso físico
de reproducción. Si comer y beber es la garantía de la supervivencia
individual, el sexo lo es para la permanencia de su especie. En el hombre el
sexo es una finalidad en sí mismo, en el resto de los animales la finalidad
única sigue siendo concebir una cría.
La prueba más clara es que la hembra sólo acepta la monta cuando está en
celo, es decir, cuando su cuerpo presenta una exigencia hormonal. Fuera de esa
situación, se niega al sexo e incluso puede rechazar al macho de forma muy
agresiva, lo que evidencia que para ella no existe una situación de placer
relacionada con el sexo, sino una situación de necesidad hormonal. De igual
forma, el macho sólo busca la monta cuando recibe información química de una
hembra en celo.
- Me da mucha pena operarlo: Curiosamente cuando el veterinario
sugiere al propietario la esterilización, éste argumenta “sentir pena” para
evitar hacerlo, no obstante, la gran mayoría de esos propietarios a los que
“tanta pena” les produce esta intervención no tienen reparo alguno en entregar
a sus animales a desconocidos durante unos días para que se produzca la monta,
hacer pasar a las hembras por un parto, separarlas de sus cachorros para
venderlos o regalarlos, etc.. así como a someterles a otras intervenciones
quirúrgicas innecesarias, nada beneficiosas y muy dolorosas como la amputación
de las orejas y la cola (por estética) o la desungulación de las uñas de los
gatos (para que no nos estropeen el sofá).
- El animal engordará: Un animal alimentado inadecuadamente o que no
hace ejercicio regular engordará, operado o no, por tanto en ambos casos
debemos tener la misma precaución en controlar su comida y en facilitar que
haga el ejercicio físico adecuado para estar sano. Si el animal, esterilizado o
no, tiene tendencia al sobrepeso debemos seguir al pie de la letra las
instrucciones que dé el veterinario para evitarlo.
- Le cambiará el carácter: Después de la esterilización, el carácter
y personalidad de nuestro animal se mantendrá intacta, la única diferencia es
que conseguiremos evitar o reducir algunos problemas de comportamiento
asociados al instinto sexual como el marcaje, la territorialidad y agresividad
entre machos.
- Es bueno que la hembra críe, al menos, una vez: NO. Esta
afirmación es una falsedad. Hablamos de procesos hormonales y químicos, por lo
que si están esterilizadas no tendrán ninguna necesidad de reproducirse, y por
lo tanto tampoco tendrán embarazos psicológicos ni stress o ansiedad
estacional. De hecho, son las perras que han dado a luz en repetidas ocasiones
(hembras de cría, por ejemplo), las que más problemas de tumores de mama
presentan llegada la vejez.
- No tengo derecho a privarles de lo que la naturaleza los ha
dotado: Ante el derecho natural de una hembra a reproducirse está el
derecho de la camada entera a no ser arrojada con tres días de vida a un río
dentro de una bolsa, o a no ser triturada en un camión de la basura o a
no ser depositada en una perrera municipal para que allí hagan el trabajo sucio
(es muy cómodo derivar responsabilidades de ese tipo). Para plantearnos si
tenemos o no tal derecho, primero debemos cumplir las obligaciones.
Por otra parte, el ser humano ha sido dotado igualmente por la Naturaleza
para reproducirse, y en cambio ejerce sobre sí mismo el derecho a no hacerlo
mediante el uso de todo tipo de métodos anticonceptivos. No exijas para otros
lo que has rechazado para ti mismo, al menos no con ese argumento. Hoy en día,
si se cuenta con la posibilidad de evitarlo, ninguna mujer tiene tantos hijos
como años fértiles (uno por año) y ningún hombre se lo pide.
- Es que es de pura raza y los cachorros se
dan/venden muy bien: Si
tu perro/gato es de pura raza entonces es uno de cada cuatro (es decir, un 25%)
del número total de animales que van a parar a una carretera, perrera o
refugio.
Pero hay una cosa más, infinitamente más cruel, que afecta a los "pura
raza": que el dueño se los quita de encima cuando ya están viejos,
enferman o ambas cosas juntas. ¿Sabes cuántos "pura raza" acaban su
vida en un infierno?, ¿Sabes cuantos pura raza viven sus últimos días en
perreras y albergues? ¿Sabes cuántos campeones e hijos de campeones mueren
solos en una fría jaula?.
Además, la venta de animales sin la licencia correspondiente es un delito
penado por ley.
- Es que me hace mucha ilusión vivir o que mis hijos vivan el milagro de
la vida: Sin duda, asistir al nacimiento de la vida es desde luego un hecho
maravilloso que, en el caso de los niños además les enseña a respetar y a
cuidar a los animales. Un animal recién nacido es frágil y hermoso, y despierta
la compasión (aunque no siempre) pero no hay que olvidar que somos los
responsables directos de lo que el futuro depare a esas vidas y a todas las
vidas de las generaciones siguientes ¿puedes asumir esa responsabilidad?,
¿puedes garantizar una vida digna para todos esos cachorros y TODAS las
generaciones que los sucederán?
Si quieres vivir en casa esta experiencia, y que tus hijos aprendan a
respetar la vida ajena, no necesitas que tu gata se quede preñada. Llama al
refugio más cercano, y seguramente podrás tener en acogida alguna hembra a
punto de parir que necesita cuidados. Llévatela a casa, atiéndela, y disfruta
durante dos o tres meses cuidando de estos animalillos hasta que puedan darse
en adopción. Será una experiencia doblemente hermosa: la vida que surge ante
tus ojos, y el hecho de tu generosidad para con los maltratados. En el refugio
no sabrán cómo agradecértelo.
- Quiero tener un hijo de mi animal: Ningún hijo de tu animal va a
ser su fotocopia. Olvídate. Es lícito que quieras prolongar en lo posible, para
siempre si puedes, la existencia de ese animal al que adoras. Para ti no habrá
otro igual que él, es cierto. Por eso, no busques expresamente reemplazarlo por
otro de su sangre. Deja que sea especial y único, y cuando se haya ido, date el
tiempo que necesites para compartir tu vida con otro, que también será
especial, y no vendrá a sustituir al primero, sino a seguir compartiendo la
felicidad que por un momento ha sido interrumpida por el dolor. El peor
homenaje de agradecimiento que puedes hacer a tu animal es arriesgarte a
provocar el dolor extremo en sus descendientes.
- Es que yo no daré los cachorros a cualquiera, los “colocaré” bien:
Nadie duda de tu buena intención y seguramente los darás a personas cercanas y
de tu confianza (bueno, en realidad muchas veces los “obligarás” a coger un
cachorro que NO QUIEREN con presiones del tipo “es que tendré que dejarlo en la
perrera”, “es que no sé qué hacer con ellos”) pero incluso en el hipotético
caso de que toda tu camada vaya a buenas manos, ¿no tienen estas mismas
personas el mismo derecho a disfrutar de la misma ilusión y seguir
criando? Así, esta primera pequeña ilusión tuya generará en 5 años el
nacimiento de unos 28.000 gatos y unos 5.000 perros, de los cuales, casi la
totalidad engrosará las escalofriantes cifras anuales de abandono y/o
eutanasia.
¿Realmente deseas garantizar que tus cachorros y sus descendientes no
sean abandonados ni sacrificados, ¿Te preocupa realmente el futuro que puedan
tener los hijos de tu gran amigo y que forma parte de vuestra familia?. Entonces hazte realmente responsable evitando que esto ocurra.
- Es una intervención cara que aconsejan los veterinarios para lucrarse:
Los veterinarios son profesionales cualificados que han elegido la salud animal
como camino laboral y si lo sugieren es porque su obligación es velar por el
animal, por éste y por los futuros, o sea, que cuando te recomiendan que lo
esterilices lo hacen con el convencimiento de que será lo más beneficioso para
su salud.
Respecto al coste, depende de muchos factores: sexo, tamaño, edad, etc., y
las tarifas en general vienen recomendadas por cada Colegio de Veterinarios. Y
sea cual sea el precio, te resultará una ganga si lo comparas con el total
derivado de sumar el gasto de atender a la hembra durante los dos meses de
embarazo, más los dos meses de atención a los cachorros, que son un buen pico
en medicación, alimentos especiales, posibles complicaciones, etc. Así que,
económicamente, lo menos costoso a la larga es la esterilización. Sin
contar lo que te ahorrarás por futuros problemas de salud de tu animal que ya
no va a sufrir.
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